El secador de pelo

Beba tenía miedo al secador de pelo. Hacía mucho ruido y, aunque nadie se daba cuenta, siempre que alguien lo usaba se llenaba todo de mal humor y prisas. Aquel aparato tenía el superpoder de hacer enfadar a su madre.

¡¡Vamos que no llegamos!!

 ¡¡Nunca tengo ni un momento para mi sola!!

¡¡Mira qué hora es!!

Seguro que ni siquiera era consciente de que ahí dentro había un monstruo malo que hacía mucho ruido y le hacía enfadar.  Así que decidió avisarle, pero le faltaban aun las palabras. Le faltaban muchas palabra para explicárselo.

─ ¡Quéseso, mamáaaaa! ─ Acertó a decirle al ver que lo sacaba del armario del baño

─ Es un secador de pelo, cariño, no pasa nada

 

¡Eso es! ─ pensó Beba ─ ¡No pasa nada! ¡Eso es lo que hay que decir cuando algo no te gusta! ¡Voy a alertar a mamá!

─ ¡Nopasanadamamá! ¡No pasanada! ─ Empezó a repetir  Beba  angustiada

─  Pero cariño, tranquila, si es solo un secador de pelo, mira, lo apago, tócalo verás

─ ¡¡Nooooooo!!

Beba se echó a llorar. Su madre no entendía nada. Pero apagó el secador. lo guardó en el armario y le dio un abrazo.

Blog

 

Aquí podréis leer artículos sobre feminismos, sobre política, sobre crianza, sobre adultocentrismos… dejaré abiertos los comentarios, pero por la experiencia que he tenido como redactora tengo que decir que no prometo ni leer, ni contestar. Por favor, venid peleados de casa, que esto no es twitter.

También encontraréis cuentos. Algunos para adultos, aunque me interesa mucho la literatura infantil, así que también dejaré cuentos para niñas y niños.

Y como la gestión y el análisis cultural ha sido parte de mi y de mi vida tanto tiempo, no la puedo dejar marchar, así que cuando las circunstancias permitan criar y tener ocio de ese tipo, colgaré algún artículo de crítica de teatro, exposiciones, música, libros, series o lo que se tercie.